Recientemente dimos unas pinceladas sobre el Sistema Endocannabinoide (SEC) en otro post del blog donde hablamos de los beneficios del aceite de cáñamo y el CBD para la piel. Pero creíamos que merecía la pena detenerse un poco más en él, en este sistema biológico complejo y tan importante para el funcionamiento del cuerpo.

A continuación explicamos qué es el sistema endocannabinoide, cuáles son sus componentes y sus funciones. Por último, hablaremos de su relación con el cannabidiol.

Porque, como vamos a comprobar, para entender los efectos del CBD en nuestro organismo, debemos comprender primero cómo funciona este engranaje.

 

¿Qué es el sistema endocannabinoide?

 

El sistema endocannabinoide (SEC) es un sistema de comunicación intercelular similar a un sistema de neurotransmisión pero que además de en el cerebro, se extiende también por otros órganos y tejidos del cuerpo humano como los músculos, el tejido adiposo y las células inmunitarias.

Sus componentes se localizan en el cerebro y a través de los sistemas nerviosos central (SNC) y periférico (SNP).

Más recientemente se descubrió que el SEC y sus cannabinoides endógenos —enseguida vemos qué son— existen en todos los vertebrados. No solo en los seres humanos.

 

Sistema endocannabinoide y CBD SNADI

 

VER Aceite de CBD

 

Los 3 componentes del SEC

 

En los humanos, el sistema endocannabinoide incluye o se compone de (fuente):

 

Lípidos

 

Lípidos conocidos como cannabinoides endógenos, o endocannabinoides, que producimos de forma natural dentro del cuerpo.

 

Hay dos endocannabinoides principales: la anandamida y el 2-araquidonilglicerol (2-AG).

 

Las enzimas

 

Las enzimas que sintetizan y descomponen los endocannabinoides.

 

Los receptores

 

Los receptores Receptores a los que se unen los cannabinoides y que reciben, traducen y transmiten su información, clasificados como CB1 y CB2.

Estos dos son los receptores principales —los más estudiados—, aunque existen otros menos conocidos como el GPR55, TRV1 y PPARs.

Los receptores CB1 se localizan principalmente en el SNC (el cerebro, expresándose en el hipotálamo, hipocampo, cerebelo y ganglios basales) y la mayoría de los receptores CB2, en el SNP (médula espinal y órganos), sobre todo en el sistema inmunitario.

El resto de los receptores CB están repartidos por el SNC, el sistema digestivo o el bazo.

 

Figura1.ComponentesSEC_Frontiers

 

Representación esquemática de los principales elementos que conforman el sistema endocannabinoide. Fuente: https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fnbeh.2012.00009/full?mod=article_inline.

 

¿Cuál es la función del SEC en el cuerpo humano?

 

El sistema endocannabinoide regula una serie de funciones biológicas a través de la modulación de la homeostasis. En otras palabras, se encarga de regular el equilibrio del organismo; ayuda a equilibrar varios procesos metabólicos y optimiza la función de nuestro cuerpo.

Pese a su enorme relevancia en el funcionamiento de nuestro organismo, el SEC no comenzó a investigarse hasta hace relativamente poco tiempo, en los años noventa.

Lo que los estudios científicos han podido descubrir hasta la fecha es que este sistema y sus endocannabinoides —que sirven como interruptores de circuitos sinápticos— participan en todas estas condiciones fisiológicas y patológicas:

 

  • apetito o regulación de la ingesta de alimentos;
  • sueño;
  • memoria;
  • equilibrio energético, o balance de energía, y metabolismo;
  • termorregulación;
  • estado de ánimo (humor);
  • respuesta ante el estrés;
  • sistema inmunitario (inmunomodulación);
  • inflamación, y
  • respuesta al dolor (analgesia).

 

En 2014, investigadores en Barcelona encontraron una evidencia creciente (ver aquí) de que el sistema endocannabinoide podía ser un objetivo terapéutico para el dolor en la osteoartritis (artrosis). Pidieron más investigación sobre cómo se distribuían los receptores CB, junto con el papel que desempeña el SEC en regular el dolor y la inflamación.

(VER TAMBIÉN: Cannabidiol y artritis)

Los autores del estudio mencionaron también que los CB tenían efectos antinociceptivos (capacidad para bloquear el dolor) en ratones con osteoartritis.

El SEC y su rol en estas condiciones o síntomas también se analizaron en un estudio más reciente sobre enfermedades reumáticas. Y en 2017, científicos en Sídney (Australia) descubrieron que los endocannabinoides efectivamente tienen un efecto en modular tanto la inflamación como el dolor.

 

Figura2.ImplicacionSEC-patologias_Frontiers

 

La implicación del SEC (ECS, en inglés) en algunas condiciones fisiopatológicas. Fuente: https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fnbeh.2012.00009/full?mod=article_inline.

 

Asimismo, se han estudiado las acciones del sistema endocannabinoide en el cerebro (ver), más concretamente sobre la ansiedad, la depresión, la cognición y el aprendizaje, la memoria o la conducta adictiva.

También en la epilepsia, el cáncer y otras patologías.

 

VER Aceite de CBD

 

CBD y el sistema endocannabinoide

 

La interacción del cannabidiol con el SEC es actualmente el foco de investigaciones sobre posibles terapias para muchas condiciones de salud, afecciones y enfermedades.

El cannabidiol (CBD) es el compuesto químico activo del cannabis derivado del cáñamo.

Como el tetrahidrocannabinol (THC), el CBD es un fitocannabinoide, uno de los 113 fitocannabinoides presentes en la planta de cannabis. Sin embargo, a diferencia del THC, no produce la euforia asociada con la marihuana. O sea, no hace sentir a la persona «drograda».

El CBD no es adictivo y su uso entraña muy poco riesgo. Además, es legal (ver post sobre normativ legal del cbd en España) siempre que contenga menos del 0,3 % de THC.

Para comprender cómo actúa este compuesto del cáñamo en el cuerpo, es importante entender el sistema endocannabinoide (SEC).

Cuando sufrimos alguna dolencia es debido a un desequilibrio en la homeostasis de nuestro organismo.

 

El SEC trata de corregirlo.

 

Sus endocannabinoides funcionan como «la llave» para abrir «la cerradura» de los receptores CB. Estos se activan y se originan cambios en los mencionados procesos fisiológicos (sueño, balance energético, sensación de dolor, etc.).

Los fitocannabinoides, como el CBD, son CB producidos por la planta de cannabis que funcionan de forma parecida a los CB endógenos —los endocannabinoides— que producimos nosotros de manera natural.

Los productos de CBD trabajan con el sistema endocannabinoide; inhiben la enzima que se encarga de su descomposición, impulsando los efectos de los endocannabinoides. Así pues, el cannabidiol amplifica los efectos de la anandamida o el 2-AG, contribuyendo a recuperar el equilibrio en la homeostasis del organismo.

 

El cannabidiol potencia el funcionamiento del SEC de modo indirecto, ayudando a restablecer el equilibrio en nuestro cuerpo.

 

El compuesto interactúa con los receptores CB1 y CB2. Cuando conecta con ellos, los acciona. Todo el SEC se pone entonces manos a la obra y actúa donde es preciso.

Es por ello que el CBD puede ejercer acción analgésica, antiinflamatoria, calmante y ansiolítica, antioxidante, neuroprotectora e incluso ayudar a mejorar el estado de ánimo.

Se ha visto que puede moderar la ansiedad, mejorar la cognición, actuar en el control del apetito y disminuir el dolor en personas que padecen trastornos que cursan con este síntoma, como la fibromialgia, la artritis o la artrosis.

 

Tienes más detalles acerca de las propiedades y los efectos del cannabidiol en estos otros artículos del blog de Snadi:

 

 

VER Aceite de CBD

 

El sistema endocannabinoide es un sistema de comunicación entre células que está en todo nuestro cuerpo, repartido por todo el organismo. El SEC influye en el funcionamiento de muchos sistemas del cuerpo humano, como el sistema nervioso central, y también regula diversos procesos fisiológicos.

La ciencia ha descubierto que el CBD interactúa con este sistema, lo potencia, y este se pone en marcha interviniendo allí donde es necesario. Por ejemplo, moderando los niveles de estrés y ansiedad; regulando el sueño y, por tanto, ayudando a dormir mejor, o reduciendo el dolor.

 

Por Elisabeth Lahoz