La ansiedad es una emoción normal, un mecanismo de defensa que nos pone en alerta ante un peligro potencial. El problema surge cuando dicha emoción se cronifica, persiste en el tiempo tornándose incluso en una sensación cotidiana que interfiere en nuestra vida diaria.
Se convierte en lo que llamamos un trastorno de ansiedad.
Descubrimos aquí los tipos de ansiedad, sus signos o síntomas más frecuentes y de qué modo nos afecta. Por último, abordamos lo descubierto hasta hora por la ciencia sobre cómo el CBD puede ayudar a reducirla, así como la manera óptima de usarlo para este fin.
La ansiedad (del latín, «angustia» o «aflicción») es un término que abarca las distintas formas de una enfermedad mental que se caracteriza por miedo y ansiedad excesivos, así como por cambios conductuales.
Se trata de una reacción normal ante una amenaza interna o externa que percibimos como peligrosa. Una respuesta emocional adaptativa que ocurre naturalmente como resultado de una amenaza percibida.
Cuando esta reacción o respuesta se vuelve desadaptativa y sucede de manera excesiva o inapropiada sin que exista un estímulo amenazante relevante —en otras palabras, se «activa» persistentemente, en situaciones que a priori no suponen un peligro para nuestra integridad—, entonces hablamos de ansiedad patológica y de posible trastorno de ansiedad.
Existen múltiples trastornos de ansiedad, entre los que se incluyen:
¿Cómo nos afecta la ansiedad?
Cuando se convierte en patológica, la ansiedad provoca en quien la sufre un malestar significativo, con signos tanto físicos como psicológicos y de la conducta. Destacan los siguientes:
La ansiedad es, a su vez, un síntoma de muchos trastornos de salud. En medicina, se define como la «angustia que suele acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis, y que no permite sosiego a los enfermos».
Los tratamientos habituales para la ansiedad son la psicoterapia y la medicación, principalmente ansiolíticos y antidepresivos. Usados o no conjuntamente.
El cannabidiol (CBD) es uno de los muchos compuestos cannabinoides que se encuentran en el cannabis. Un componente de la planta Cannabis sativa que no altera la conciencia ni desencadena un «subidón», como sí ocurre con el tetrahidrocannabidiol (THC).
Hay evidencia científica preclínica del valor del CBD para la ansiedad, apuntando hacia un efecto calmante en el sistema nervioso central. En general, esta indica que el cannabidiol tiene un potencial considerable como terapia para multitud de trastornos de ansiedad, respaldando firmemente su eficacia como tratamiento para el TAG, TAS, TP, TEPT y el TOC cuando se administra de forma aguda (estudio en ratones, estudio). Del mismo modo, las investigaciones en humanos (clínica) avalan su papel ansiolítico.
El CBD se investiga como un nuevo fármaco potencial para tratar estos trastornos neuropsiquiátricos.
Hay numerosos estudios sobre el uso de este cannabinoide en la ansiedad y los trastornos relacionados. El cannabidiol, señala una revisión sistemática reciente, «tiene un papel novedoso en el manejo de la ansiedad debido a sus acciones sobre el sistema endocannabinoide humano (SEC; o ECS, por sus siglas inglés)».
Representación esquemática de los principales mecanismos descritos para las acciones ansiolíticas, antidepresivas y antipsicóticas del CBD.
Fuente Cannabidiol: una nueva alternativa potencial para el tratamiento de la ansiedad, la depresión y los trastornos psicóticos (https://www.mdpi.com/2218-273X/10/11/1575).
Con el objetivo de determinar si el CBD efectivamente ayuda a mejorar la ansiedad y/o el sueño, en esta investigación de 2019 se realizó un seguimiento a 72 pacientes adultos de una clínica psiquiátrica que presentaban ansiedad (47) o falta de sueño (25). A todos ellos se les aplicó cannabidiol para la ansiedad y las molestias relativas al descanso como complemento de su tratamiento habitual.
Ansiedad y calidad del sueño fueron evaluadas mensualmente.
¿El resultado?
La ansiedad se redujo durante el primer mes en el 79 % de los pacientes y permaneció disminuida durante el período que duró el estudio; el sueño mejoró el primer mes en casi el 67 %, aunque fluctuó con el tiempo. El cannabidiol fue bien tolerado en todos a excepción de tres pacientes.
El CBD ayuda a calmar el estrés y la ansiedad; tiene «un papel prometedor como terapia alternativa en el tratamiento de los trastornos de ansiedad», concluía la revisión anterior a que hacíamos referencia. «En general, el CBD fue bien tolerado y se asoció con efectos adversos mínimos, siendo los más comunes la fatiga y la sedación».
Los estudios que han evaluado la diferencia entre el CBD y su análogo el THC en la respuesta de los usuarios muestran que mientras que el uso de este último a menudo resulta en efectos conductuales y psicológicos negativos, el cannabidiol es seguro y se tolera bien sin ninguna diferencia con el placebo en cuanto al aumento de la ansiedad no deseada o la sedación.
El CBD es una sustancia terapéutica que ha mostrado beneficios en casos de ansiedad y trastornos relacionados con esta.
En los estudios sobre su uso para el tratamiento de la ansiedad, el cannabidiol se administra por vía oral como una cápsula o como un aerosol sublingual. Bien como monoterapia (solo), bien como terapia complementaria.
Respecto a la dosis o cantidad óptima, de nuevo si nos fijamos en los estudios publicados, las dosis empleadas varían ampliamente: oscilan entre 6 mg y 400 mg por dosis. Se necesita más investigación para definir la dosificación adecuada, una respuesta dosis-efecto más estandarizada.
La respuesta al cannabidiol varía dependiendo de la persona, incluso del sexo (si se es mujer u hombre). Por lo que hay que encontrar la cantidad apropiada para cada caso particular; se puede partir de una dosis pequeña (2-4 gotas) de aceite de CBD e ir aumentando en función de las necesidades.
De cualquier modo, es importante atender a la pureza del producto. Es decir, que el producto en cuestión esté libre de THC y de contaminantes.
El cannabidiol es una sustancia terapéutica natural útil para tratar los trastornos de ansiedad y los problemas derivados, como el insomnio, la intranquilidad e irritabilidad o la falta de concentración. Gracias a sus propiedades ansiolíticas, el CBD en aceite ayuda a disminuir el estrés y/o la ansiedad y a dormir mejor.
Los ensayos clínicos respaldan su eficacia como ansiolítico, demostrando repetida y consistentemente reducir los síntomas relacionados con la ansiedad. Además, su uso en estos trastornos ha mostrado efectos secundarios mínimos en comparación con los fármacos ansiolíticos habituales.
Por Elisabeth Lahoz
