El cannabis es la droga más popular en occidente*. El interés por su uso terapéutico y el de sus componentes ha aumentado considerablemente en los últimos años. Su consumo se asocia con efectos farmacológicos interesantes y también con algunos efectos secundarios.

A continuación recopilamos los efectos adversos agudos o a corto plazo y los que pueden aparecer en el largo plazo. Revisamos asimismo la seguridad, así como el potencial terapéutico del compuesto CBD y los productos basados en este cannabinoide no psicotrópico.

Compilamos en un artículo los efectos favorables y los no deseados del cannabidiol sobre la salud humana en base a la evidencia científica publicada hasta el momento. Y veremos, por último, cómo tomar esta sustancia para maximizar los primeros y evitar en lo posible los segundos.

 

*Fuente: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30703255/.

 

Efectos secundarios del cannabidiol. Los contras

 

Desde hace varios años, otros componentes de la planta de Cannabis además del delta-9-tetrahidrocannabidiol (Δ9-THC) han acaparado la atención de la investigación científica.

El más destacado es el cannabidiol (CBD). 

VER también: Diferencia entre cannabis índica y sátiva

 

A diferencia del anterior, el CBD no es intoxicante pero sí ha demostrado ejercer una serie de efectos farmacológicos beneficiosos. También se han informado algunos efectos secundarios, aunque principalmente in vitro o en estudios con animales.

Empecemos por estos últimos.

 

Los efectos secundarios informados con mayor frecuencia en los estudios sobre el CBD son (fuente):

 

  • Cansancio.
  • Diarrea.
  • Cambios de apetito y de peso.

 

Pero, como decíamos, estos se han dado en laboratorio. Se deben realizar más ensayos clínicos para aclarar estos efectos en los humanos.

Aún deben estudiarse asimismo algunos aspectos toxicológicos; por ejemplo, si el cannabidiol tiene un efecto sobre las hormonas o el sistema inmunológico. Según revisiones de estudios recientes, «se deben ampliar varias áreas de investigación del CBD».

Se precisan más ensayos clínicos con una ingesta más prolongada —muchos de los llamados estudios de administración crónica duran solo un par de semanas— y más participantes. Es decir, en estos estudios debe haber un número suficientemente grande de sujetos para analizar la seguridad a largo plazo y las posibles interacciones del CBD con otras sustancias.

 

Este se usa a menudo como terapia complementaria junto con otros fármacos. Por lo que se requiere más investigación sobre su interacción con los mismos, y comprobar si esto conduce a efectos negativos o, por el contrario, positivos.

Ejemplo: si incluyendo el cannabidiol en el tratamiento y disminuyendo así la dosis necesaria de clobazam en la epilepsia, se pueden reducir los efectos secundarios de este medicamento anticonvulsivo (ref.).

 

Así pues, resumiendo, a los anteriores añadiríamos los siguientes puntos aún no del todo aclarados acerca del cannabidiol:

 

  • Faltan ensayos clínicos en humanos para ver si los efectos informados in vitro/en animales se dan también en las personas, o in vivo.
  • Faltan estudios acerca de los efectos del cannabidiol sobre, por ejemplo, las hormonas.
  • No se han dilucidado por completo las interacciones CBD-fármacos.

 

NOTA: Si bien el CBD no es psicoactivo, al comprar un producto existe riesgo de efectos psicoactivos si este incluye el compuesto psicotrópico tetrahidrocannabidiol. Se ha de procurar adquirir productos libres de THC.

 

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Efectos positivos del CBD en la salud humana. Los pros.

 

Los medicamentos basados en cannabidiol tienen un potencial terapéutico prometedor para una amplia gama de afecciones médicas.

 

El CBD es antipsicótico, ansiolítico, antiinflamatorio y antiemético (impide el vómito).

 

Además, ha demostrado tener propiedades neuroprotectoras. Pudiendo usarse, en dosis altas, para tratar una variedad de afecciones que van desde las náuseas y la diabetes hasta trastornos mentales o psiquiátricos como la esquizofrenia y la demencia. La investigación reciente viene estudiando su utilidad terapéutica también en el trastorno de estrés postraumático (TEPT) o en la ansiedad general y social (artículo 1, 2).

 

En un estudio de 2009, pacientes con ansiedad social recibieron una dosis oral de cannabidiol. El tratamiento agudo con el cannabinoide resultó en síntomas atenuados de ansiedad. También en este estudio posterior, a las personas con el trastorno se les suministró una dosis oral aguda de CBD o un placebo antes de hablar en público. El grupo de CBD tuvo menos ansiedad durante la tarea, así como menos deterioro cognitivo y angustia en comparación con el grupo placebo.

 

Otro estudio mostró un alivio de los síntomas psicóticos en pacientes con enfermedad de Parkinson (EP) tras la terapia con cannabidiol. Y un ensayo clínico más reciente comparó la eficacia de este versus la amisulprida (un antipsicótico) para reducir los síntomas esquizofrénicos. Si bien ambos fueron seguros y condujeron a una mejoría significativa, el CBD mostró un perfil de efectos secundarios notablemente mejor. Además, el tratamiento con CBD aumentó los niveles de anandamida (compuesto neurotransmisor). Lo que, según sugirieron los autores, puede contribuir a sus efectos antipsicóticos y suponer un mecanismo novedoso para tratar la esquizofrenia.

 

Finalmente, en 2017 se publicó un gran ensayo controlado en pacientes con esquizofrenia que recibieron terapia con cannabidiol frente a pacientes con la enfermedad que recibieron placebo junto con sus medicamentos antipsicóticos. Los investigadores encontraron que después 6 semanas, el grupo CBD tenía menos síntomas psicóticos. Además, este fue bien tolerado.

 

En dosis más bajas, el cannabidiol tiene efectos fisiológicos que mantienen y favorecen la salud, incluidos efectos antioxidantes, para reducir la inflamación y neuroprotectores. El CBD es incluso más efectivo que las vitaminas C y E como antioxidante neuroprotector y puede mejorar afecciones de la piel como el acné común o vulgar (1, 2).

 

Esta revisión exhaustiva de 132 estudios describe su perfil de seguridad, mencionando varias propiedades: no induce catalepsia (accidente nervioso repentino que inmoviliza el cuerpo) y no altera parámetros fisiológicos (frecuencia cardíaca, presión arterial y temperatura corporal). Tampoco las funciones psicológicas y psicomotoras se vieron afectadas de forma negativa, y lo mismo sucedió con la ingesta de alimento o el tránsito gastrointestinal.

 

En resumen, el cannabidiol:

 

  • No es psicoactivo o intoxicante.
  • Es seguro (perfil de seguridad favorable) y bien tolerado en humanos.
  • Mejor perfil de efectos secundarios que otros fármacos empleados para el tratamiento de la epilepsia y trastornos psicóticos.
  • Es una terapia prometedora para mejorar los síntomas de condiciones mentales/psiquiátricas como la esquizofrenia o el TEPT.
  • Facilita la relajación en situaciones de intranquilidad. Ayuda a mantener un buen estado de ánimo, reducir el estrés y calmar la ansiedad.
  • Mejora la concentración.
  • Ayuda a dormir mejor en casos de insomnio y problemas de sueño.
  • Es eficaz para aliviar el dolor de cabeza y la migraña.
  • Por sus propiedades analgésicas y para bajar la inflamación, también lo es para el dolor crónico con el que cursan patologías como la artritis, artrosis, fibromialgia, EP, esclerosis múltiple o un cáncer Te contamos más en este otro post del blog sobre el CBD para controlar el dolor.
  • Puede regular el apetito y reducir las náuseas.
  • Es un aliado de la piel, mejorando el acné y otros trastornos cutáneos; su aceite contiene antioxidantes y ácidos grasos, es regenerador celular, rejuvenecedor y antibacteriano. Tienes más detalles sobre el CBD para el cuidado de la piel aquí.

 

 

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¿Cómo consumir cannabidiol?

 

Hay que diferenciar dos vías de consumo: vía oral y vía tópica.

 

Administración oral de CBD

 

Se ha demostrado en repetidas ocasiones que los humanos toleran bien el uso crónico y las dosis altas de hasta 1500 mg al día de CBD.

No obstante, si se utiliza regularmente como ayuda para promover una buena salud —por sus efectos antioxidantes, antiinflamatorios o de protección neuronal—, suele ser suficiente con dosis bajas.

Se puede partir de 2-4 gotas e ir aumentando. Aunque más cantidad no tiene por qué significar más efecto. Es importante atender a la concentración de cannabidiol; si la situación es leve, puede bastar con una concentración del 10 % en CBD; si no lo es y se necesita más potencia, se puede probar un aceite de mayor concentración en cannabidiol (CBD 20 %, 30 %).

Se debe ajustar la dosis en función de las necesidades.

 

El uso del aceite de CBD puede ser beneficioso en personas que sufren de insomnio, sueño interrumpido, estrés y ansiedad. También en casos de dolores crónicos —este es, de hecho, uno de los usos más habituales del cannabis o cáñamo medicinal—, cefalea, migrañas, dolor muscular y articular —incluyendo deportistas que buscan una mejor recuperación y/o reducir la inflamación muscular— y dolores menstruales o de regla.

 

Uso tópico del CBD

 

Para problemas de piel, afecciones cutáneas como seborrea y acné, problemas autoinmunes tales como dermatitis o psoriasis, así como para el cuidado de la piel en general, se puede aplicar aceite para masaje con CBD. De uso cosmético y externo, el aceite de cáñamo protege y posee un alto poder de hidratación, nutrición, antiedad y de regeneración del cutis, entre otros beneficios.

Hay que (1) disponer el aceite para masaje relajante sobre las palmas de las manos, (2) frotar las mismas para calentarlo y (3) masajear la piel hasta que se absorba.

También es un producto muy útil en deportistas. (Masaje deportivo) Masajear los músculos con dolor hasta la absorción total del producto.

 

VER TAMBIÉN: Cómo comprar aceite de CBD. Qué tener en cuenta

 

Por Elisabeth Lahoz