¿Es el cannabidiol legal en España? ¿Se puede adquirir sin problema? ¿Puedo consumirlo sin incurrir en un delito y consecuente sanción?
Estas son algunas de las preguntas que suelen acudir a la mente del potencial consumidor de cáñamo. Una persona que ha oído, leído o se ha informado acerca de sus beneficios y que se plantea comprar productos con CBD para tratar alguna dolencia o patología.
Ya en el artículo del blog sobre cómo comprar cannabidiol [enlazar a artículo] tocamos un poco lo concerniente a la legislación sobre el cannabis, y en particular sobre dicho componente de la planta. Pero ante las (muchas) dudas que surgen al adquirir un producto con CBD, hemos querido dedicar un post completo a contarte cómo está la situación del cannabidiol en España, tanto en la ciencia como en cuanto a la regulación sobre su venta, uso y publicidad.
Resolvemos tus dudas.
La planta de cannabis —de nombre científico Cannabis sativa— contiene más de un centenar de compuestos químicos con una estructura química similar, conocidos como cannabinoides.
El delta-9-tetrahidrocannabinol (Δ9-THC, o simplemente tetrahidrocannabinol, THC) es el responsable de los típicos efectos asociados al uso del cannabis. Entre los otros muchos fitocannabinoides de C. sativa encontramos también el cannabidiol (CBD), un compuesto que no produce dichos efectos subjetivos de la marihuana.
Ambos, THC y CBD, son pues (fito)cannabinoides derivados de esta planta. ¿En qué se diferencian?:
Tanto el cáñamo como la marihuana son tipos de plantas de cannabis, si bien:
Además de, como hasta ahora, en el THC, en las últimas décadas la ciencia viene centrando su atención en el potencial terapéutico del cannabidiol.
A diferencia del THC, el CBD no es intoxicante (no tiene acción psicotrópica y, por lo tanto, no altera la percepción ni «coloca») pero sí ejerce una serie de efectos beneficiosos sobre la salud [enlazar a post del blog por publicar sobre efectos positivos y negativos del CBD]. Tiene reconocidas propiedades antiinflamatorias, analgésicas, antioxidantes, antidepresivas y ansiolíticas, antipsicóticas y efecto neuroprotector en enfermedades neurodegenerativas (ver).
Los últimos años han traído grandes avances en el uso experimental y clínico de este derivado del cáñamo en, entre otras áreas, la neuropsiquiatría. Se han publicado investigaciones sobre sus efectos favorables en diversas condiciones de salud, incluidas:
Muchos profesionales sanitarios e investigadores defienden su uso terapéutico, atendiendo a estos progresos en el conocimiento de sus beneficios y a las necesidades de pacientes que lo requieren para tratar dolencias específicas.
El CBD es un compuesto útil y prometedor que puede ayudar a las personas que sufren determinados trastornos. Se espera que los ensayos clínicos en pacientes «actualmente bajo investigación brinden respuestas importantes en el futuro cercano», dice un artículo reciente, y que estos hallazgos —continúa— se traduzcan en aplicaciones médicas concretas.
Aunque se han realizado y se vienen realizando numerosos estudios para ver si hay efectos adversos en el uso del CBD, hasta la fecha no se han detectado.
Hoy día podemos encontrar en internet productos con cannabis y sus derivados en forma de aceites, flores, vapeadores o cosméticos. Existen tiendas —tanto estancos y otras establecimientos físicos como tiendas online— que se dedican a la venta de productos elaborados a base de cannabidiol.
Pero ¿es legal vender CBD en nuestro país? ¿Y su consumo?
El cultivo del cáñamo —la planta del cáñamo de la que se extrae el CBD tiene alta concentración de CBD y muy baja de THC— es legal en muchos países, mientras que la planta de la marihuana (con alto contenido en THC) es ilegal en la mayoría.
En el territorio español, atendiendo al artículo noveno de la Ley 17/1967, por la que se actualizan las normas sobre estupefacientes adaptándolas al convenio de 1961 de la ONU (ver), se permite:
El «cultivo de la planta de la “cannabis” destinada a fines industriales, siempre que carezca del principio activo estupefaciente».
Existen ciertas regulaciones y condiciones que limitan la venta legal de CBD en nuestro país.
No es legal comercializar cannabidiol en formato alimenticio.
Aunque su consumo es completamente seguro y es por esta vía por donde se obtienen la mayoría de los beneficios, la actual legislación española no permite su venta para este uso.
El CBD en España únicamente puede comercializarse si es para uso externo. Es decir, está permitida —es legal— su venta en formato cremas, lociones y aceites hechos a base de cannabidiol.
El ente oficial encargado de regular la venta es el departamento de inspección y control de fármacos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (web). La AEMPS otorga la autorización para comercializar la sustancia.
Ahora bien, el producto no deberá superar un porcentaje de 0,2 % en THC.
El uso de cannabidiol en España se rige bajo algunas condiciones.
Su uso en espacios públicos puede dar lugar a una sanción debido a su gran parecido en aspecto y aroma a las flores con alto contenido de THC. La Ley Orgánica 4/2015, de protección de la seguridad ciudadana (Ley), en su artículo 36, tipifica como infracción grave:
«El consumo o la tenencia ilícitos de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, aunque no estén destinadas al tráfico, en lugares, vías, establecimientos públicos o transportes colectivos…».
Aunque, como hemos visto antes, comercializar cannabis para consumo está prohibido, el consumo en sí de la sustancia no lo está sino que se encuentra en situación de alegalidad.
Seguro es legal si se utiliza de manera tópica, en productos cosméticos o como un aceite con CBD para aromaterapia.
La publicidad sobre el cannabis no es legal.
El cannabidiol en España no se puede publicitar, ni siquiera para uso tópico o externo.
En redes, CBD, THC, cáñamo, marihuana… no hay distinción entre términos, y todo lo relativo al cannabis está prohibido.
Esto implica que a las empresas comercializadoras de productos elaborados a base de CBD les sea muy difícil llegar a los consumidores.
El cannabidiol es un compuesto no psicoactivo ni adictivo pero sí con propiedades terapéuticas para la salud humana. Así lo ha reconocido la OMS. El consumo de CBD en España se halla en situación de alegalidad (utilización exclusiva para aplicaciones externas), pero distintas organizaciones y grupos políticos —con varias proposiciones de ley «sobre la mesa» (ver)— tratan de que se reconozcan sus beneficios y lograr un avance en la regulación del cannabis y el CBD.
Un marco regulatorio sobre el uso medicinal de esta sustancia del que ya gozan muchos países, entre ellos Estados Unidos, donde la FDA ha aprobado su uso para tratar enfermedades neurológicas como la epilepsia.
Por Elisabeth
