La epilepsia es uno de los trastornos neurológicos más comunes. Las convulsiones y sus consecuencias sociales afectan notablemente a la calidad de vida de quien la padece, niños y adultos.
Los fármacos antiepilépticos tienen efectos secundarios serios y hasta el 30 % de los pacientes no logran liberarse de las convulsiones*. Por lo que la búsqueda de nuevas terapias sigue siendo un gran desafío.
El cannabidiol, o CBD, es una opción de tratamiento cada vez más demandada para la epilepsia resistente a los medicamentos. Su uso exitoso para tratar formas graves de la enfermedad ha aumentado el interés por este compuesto de la planta de cannabis.
En el artículo explicamos qué es la epilepsia y algunas de sus formas o tipos. Veremos cómo ayuda el cannabidiol a controlar las convulsiones y los fármacos anticonvulsivos con CBD aprobados hoy por las agencias del medicamento.
*von Wrede, R., Helmstaedter, C., & Surges, R. (2021). Cannabidiol in the Treatment of Epilepsy. Clinical Drug Investigation, 41, 211-220. (articulo).
La epilepsia es un síndrome de convulsiones recurrentes.
En el 2005 se definió como un trastorno del cerebro caracterizado por una predisposición duradera a generar ataques o crisis epilépticas, debido a una actividad neuronal anormal o excesiva.
Las siguientes son las formas de la enfermedad en las que, hasta el momento, el CBD ha demostrado eficacia:
Además de las anteriores, actualmente se investiga la utilidad del cannabidiol en otras formas de epilepsia con resultados a priori prometedores. Estas son:
El CBD es uno de los componentes principales de la planta Cannabis sativa.
Este no solo se utiliza como complemento alimenticio para el bienestar general, sino que también está bajo investigación como opción de tratamiento para una variedad de enfermedades.
Entre ellas la epilepsia.
Cada vez hay más pruebas de cómo el CBD influye de manera positiva en la función cognitiva y el comportamiento.
Estudios en animales (1, 2) y pequeños estudios de pacientes con epilepsia refractaria (epilepsia resistente a los fármacos, en la que fracasa el tratamiento con dos o más medicamentos antiepilépticos) han descrito que además tiene efectos anticonvulsivos.
Charlotte pasó de unas 50 convulsiones por día a 2 o 3 convulsiones nocturnas al mes.
Esto supone una reducción de ¡más del 90 %!
«Este efecto ha persistido durante los últimos 20 meses y a Charlotte se le ha podido retirar con éxito el resto de sus fármacos antiepilépticos», señala el informe.
Este caso atrajo una enorme atención y despertó el interés por el compuesto para tratar la enfermedad.
La demanda de tratamientos con cannabis medicinal y CBD aumentó drásticamente. En EE. UU., algunas familias incluso se mudaron a estados con menos restricciones legales sobre el cannabis y sus compuestos para que sus hijos con epilepsia pudiesen recibir este tratamiento (fuente).
Se iniciaron estudios sobre el cannabidiol en la epilepsia.
Los primeros datos se recopilaron en un ensayo observacional que incluyó a 214 personas de 1 a 30 años con epilepsia grave resistente a los fármacos (SD, SLG y otras epilepsias intratables). Todas ellas experimentaban convulsiones frecuentes (aprox. 60/mes).
Tras el período de tratamiento con CBD oral, las convulsiones motoras mensuales disminuyeron un 36,5 %.
Recientemente, el cannabidiol medicinal derivado de la planta ha demostrado ser eficaz y seguro en cuatro ensayos controlados, dos en síndrome de Dravet y dos en el de Lennox-Gastaut (revisión).
El primer ensayo sobre el cannabidiol en el SD se llevó a cabo en 120 niños y adolescentes con la enfermedad a los que se administró 20 mg de CBD por kilogramo de peso corporal al día durante 14 semanas. ¿Resultado? La frecuencia de crisis convulsivas por mes disminuyó casi un 40 % con CBD frente al 13,3 % del placebo.
Un segundo ensayo investigó 10 y 20 mg/kg/día de CBD complementario a los fármacos (comedicación) para la epilepsia, como clobazam, en dos centenares de niños y adolescentes siguiendo un protocolo parecido. Hubo reducciones «clínicamente relevantes» en la frecuencia de convulsiones: 49 % con 10 mg de CBD y 46 % con 20 mg.
En cuanto al SLG, los estudios se centraron en las crisis de caída.
En el estudio GWPCARE3 se incluyeron 225 pacientes de 2 a 55 años, todos los cuales sufrían una media de más de 80 caídas cada 28 días. Después de 14 semanas, se produjo una reducción significativa en las convulsiones en el grupo de 10 mg (37 %) y el de 20 mg (42 %) versus el grupo placebo (17 %).
En un estudio similar, GWPCARE4, la reducción de las convulsiones de caída fue del 44 % para CBD (dosis diaria 20 mg/kg) vs. 22 % en placebo.
Tras la medicación con CBD durante 3 meses en este estudio, las convulsiones se redujeron a prácticamente la mitad. Y otro ensayo en CET en 224 pacientes, grupos CBD 25 mg, CBD 50 mg y placebo, la reducción fue mayor en los primeros (43,4 % y 36,6 %, respectivamente) que en los de placebo (20 %).
Estudios posteriores de seguimiento a largo plazo en SD y SLG han respaldado la eficacia del cannabidiol para reducir las convulsiones (estudio 1, 2 y 3).
El CBD es una opción de tratamiento interesante, aunque costosa —en el «mercado de la epilepsia», el cannabidiol es un medicamento caro—, para la epilepsia farmacorresistente. Si bien aún se está investigando su eficacia para tratar la enfermedad en general, diversos estudios han mostrado resultados prometedores para las mencionadas formas especiales de epilepsia.
Por Elisabeth Lahoz
