El CBD es una sustancia de la planta de cannabis, también conocida como cáñamo, que carece de los efectos psicoactivos típicos del componente más famoso —el THC— pero que sí tiene múltiples beneficios para la salud humana.
Estos van desde el alivio del dolor o la ansiedad y la mejora del sueño, hasta el apoyo en el tratamiento de enfermedades neurológicas o de la piel.
Describimos los efectos beneficiosos del cannabidiol sobre la salud. Y te contamos, al final, los tres aspectos en los que es importante fijarse para elegir un buen producto de cannabidiol.
El CBD es el cannabinoide más estudiado, por sus propiedades para varios síntomas y dolencias.
Esta sustancia puede ayudar en el tratamiento de múltiples patologías gracias a su estructura molecular, que logra unirse a receptores específicos que inhiben procesos celulares implicados en las mismas.
Así, como veremos enseguida, se usa en una forma recetada para la epilepsia. También se utiliza para la ansiedad, trastornos musculares como la distonía, la enfermedad de Parkinson (EP) y muchos otros trastornos.
El cannabidiol o CBD interactúa con nuestro sistema endocannabinoide (SEC), principalmente con los llamados receptores CB2 —a diferencia del THC, no actúa a través de los receptores CB1 cerebrales responsables de la psicoactividad— presentes en nuestro sistema nervioso. Por lo que, según apuntan los estudios científicos, es capaz de regular un gran número de procesos del organismo como los ciclos del sueño, la inflamación o el dolor.
Aunque queda aún mucho por investigar, estos son los efectos terapéuticos del CBD descubiertos hasta el momento:
A continuación vemos estos efectos del cannabidiol con más de detalle.
Los siguientes son los efectos positivos del CBD sobre los que existe una mayor evidencia científica.
Muchos estudios relacionan el cannabidiol con el alivio del dolor crónico. Esto incluye el dolor como síntoma de diversas enfermedades que afectan de manera crónica al individuo.
Se ha observado que este cannabinoide tiene la capacidad de inhibir la producción de varias citocinas proinflamatorias. Lo que relaciona el compuesto con efectos beneficiosos en trastornos autoinmunes e inflamatorios.
En relación con esta actividad inmunosupresora y propiedad antiinflamatoria, algunas investigaciones se han centrado en comprobar los efectos del CBD en la fibromialgia o la artrosis. Un ensayo con ratones demostró que un tratamiento con CBD (tanto vía oral como intraperitoneal) lograba bloquear la artritis, deteniendo su progreso.
En el cáncer, el cannabidiol provoca un efecto sedativo e inhibe la transmisión de señales nerviosas asociadas al dolor. Además, se ha visto que reduce el crecimiento de las células de cáncer de mama in vitro e in vivo en animales, y disminuye su invasividad (propiedades citoprotectoras).
Su suplementación ha mostrado (ver) asimismo disminuir el dolor crónico inflamatorio y neuropático así como otros síntomas de la esclerosis múltiple (EM), la EP, el dolor de cabeza intenso y la migraña, y otros tipos de dolores.
Tienes más detalles en este otro artículo sobre el CBD para mantener bajo control el dolor.
El cannabidiol tiene potencial para reducir el estrés y aliviar la ansiedad, gracias a sus acciones sobre el SEC y su efecto calmante en el sistema nervioso central (revisión).
Favorece la relajación en situaciones de intranquilidad y mejora la concentración.
Se investiga su uso como terapia para los trastornos de ansiedad.(ver info) Estos incluyen el trastorno de ansiedad generalizada y de ansiedad social, el de estrés postraumático (abreviado TEPT) y el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), entre otros.
El aceite de CBD también puede ayudar a dormir mejor. Estudios en humanos con ansiedad e insomnio (info aquí) han comprobado que su aplicación como complemento de los tratamientos habituales logra mejorar la calidad del sueño y las molestias relativas al descanso.
El CBD parece tener efectos sobre algunos «químicos» en el cerebro. Aunque, como hemos mencionado antes, diferentes a los del THC.
Esto lo convierte en una sustancia útil para tratar diversos trastornos mentales o psiquiátricos. Como la demencia, la esquizofrenia y el trastorno convulsivo o epilepsia.
La FDA de los Estados Unidos aprueba un producto recetado específico con cannabidiol, Epidiolex (GW Pharmaceuticals), para tratar las convulsiones causadas por el síndrome de Dravet, el síndrome de Lennox-Gastaut o la esclerosis tuberosa.
El cannabidiol también mejora la sintomatología en este sentido de la EM. Un estudio observó que, tras el primer mes de tratamiento con cannabis medicinal, administrado en espray, casi el 62 % de los pacientes reducían los calambres y espasmos nocturnos. Informes hablan asimismo de mejoras en la rigidez, los espasmos musculares y la distensión de la vejiga en pacientes con EM que tratan su enfermedad con cannabinoides.
Sabemos que el SEC desempeña una labor reguladora importante en nuestra piel: mantiene su homeostasis (equilibrio) y su función de barrera. Su «desregulación» se ha relacionado con afecciones como la dermatitis atópica (DA), el prurito o picazón, la hipo e hiperpigmentación e incluso la pérdida de cabello.
El tratamiento con cannabinoides tópicos como el CBD puede ayudar a restaurar dicho equilibrio y la integridad de la barrera cutánea. Resultando útil para manejar estos u otros trastornos de la piel, así como para mantener su salud global.
El aceite de CBD para uso tópico es, por lo tanto, un aliado de la piel. Actúa frente a la acción dañina de los radicales (efectos antioxidantes, o contra el estrés oxidativo). Contiene vitamina E y ácidos grasos, es antibacteriano, regenerador celular y rejuvenecedor.
Por sus efectos antiinflamatorios y antimicrobianos, puede mejorar el acné y otras afecciones cutáneas comunes como la dermatitis alérgica de contacto (más info aquí) y la DA o eccema.
Tienes más beneficios para la piel del aceite de cáñamo aquí.
El cannabidiol es seguro en dosis adecuadas. Como hemos dicho al inicio, este se obtiene del cáñamo, una forma de la planta Cannabis sativa que solo contiene pequeñas cantidades de THC. Se han usado dosis de hasta 200 mg al día en adultos, durante varios meses, de forma segura.
Cuando se emplea aceite con CBD en dosis terapéuticas puede darse sequedad bucal, presión arterial baja y somnolencia o sensación de cansancio. También podría causar diarrea, náuseas o disminución del apetito.
Pero —de presentarse— estos suelen ser efectos secundarios leves a moderados y transitorios.
En general, el extracto de CBD es bien tolerado en humanos y se asocia con efectos negativos mínimos.
A la hora de adquirir productos con CBD, para asegurarse de elegir bien, es importante tener en cuenta sobre todo estos tres puntos:
Por Elisabeth
