En este artículo vamos a tratar de dar respuesta a una pregunta recurrente en las personas que se plantean usar CBD para tratar algún problema de salud:
¿Para qué sirve exactamente y qué he de tener en cuenta a la hora de comprar cannabidiol?
En otras palabras, ¿cuáles son sus usos y en qué es importante fijarse para adquirir CBD?
Te damos todas las claves.
No sin antes explicarte qué es el CBD y darte unas pinceladas de la historia de nuestro conocimiento acerca de este compuesto de la planta de cannabis y sus efectos en la salud humana. Veremos también en qué condiciones médicas ha demostrado tener utilidad hasta el momento.
¿Qué es el cannabidiol? Un poco de historia
El cannabidiol (CBD) es un componente de Cannabis sativa, uno de los muchos cannabinoides de la planta de cannabis. Se trata de un constituyente no psicoactivo pero sí con un gran potencial psiquiátrico, cuyos usos incluyen el de compuesto de tipo antidepresivo y ansiolítico.
Enseguida veremos otras tantas utilidades y propiedades del cannabidiol sobre la salud, demostradas por la ciencia.
NOTA: Que el cannabidiol no es psicoactivo o psicotrópico significa que no produce los típicos efectos de la marihuana inducidos por el Δ9-THC. Es decir, a diferencia de este, el CBD no es adictivo.
El CBD fue aislado de la planta de C. sativa en 1940. Sin embargo, sobre él no se realizan más investigaciones científicas durante casi 25 años, a excepción de algunos estudios sobre el propio aislamiento del compuesto. Su estructura química exacta se dilucidó en 1963 por el profesor Raphael Mechoulam y su grupo de trabajo, de la Universidad Hebrea de Jerusalén en Israel.
Esta estructura del CBD se representa a continuación junto a la de su análogo psicoactivo, el THC:
Fuente: https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fimmu.2018.02009/full.
A partir de la década de 1970 se publican varios artículos y ensayos clínicos que muestran los posibles efectos terapéuticos del cannabidiol en distintos trastornos neuropsiquiátricos. Los nuevos conocimientos sobre el SEC humano a principios de los 90 renuevan el interés en investigar los cannabinoides. Y en los últimos quince años se da un aumento exponencial en las publicaciones sobre los efectos del CBD al descubrirse propiedades adicionales y, por tanto, nuevas aplicaciones terapéuticas (revisión 1, 2).
Propiedades del CBD. Potencial y usos terapéuticos
¿Por qué comprar cannabidiol?
El CBD tiene un potencial terapéutico significativo (ver, ver).
Se han llevado a cabo investigaciones básicas y clínicas sobre sus efectos en muchas condiciones de salud, incluida su utilidad como agente terapéutico en:
- Neuropsiquiatría. El CBD tiene propiedades ansiolíticas, antipsicóticas y neuroprotectoras.
Propiedades terapéuticas útiles para tratar y mejorar los síntomas de la esquizofrenia, fobia social, el estrés postraumático, la depresión o el trastorno bipolar.
- También ha mostrado propiedades antiepilépticas, usándose como medicamento para controlar los trastornos convulsivos. Así como los síndromes de Lennox-Gastaut y de Dravet, ambas formas graves de epilepsia (revisión).
- Abuso y dependencia de sustancias. En un estudio en animales, se encontró que el CBD protege contra las convulsiones inducidas por la cocaína a través de varios mecanismos.
La falta de medicamentos efectivos para tratar la dependencia del crack u otras drogas es un claro indicio de la necesidad de seguir investigando en este campo, según afirman algunos de estos estudios.
- La enfermedad de Parkinson (EP). Los hallazgos de un ensayo (2014) en pacientes con este trastorno de movimiento sugieren que la terapia con CBD puede mejorar el parkinsonismo (efectos neuroprotectores, síntomas motores y generales, calidad de vida y bienestar).
Posee cualidades antioxidantes y de protección del sistema nervioso (1, 2). Así pues, entre otros beneficios, parece revertir el estrés oxidativo y prevenir las deficiencias cognitivas (1, 2, 3).
Su uso (10 mg/kg) en este estudio pudo «rescatar» la memoria de ratones de laboratorio. Y otro trabajo posterior sugirió una vez más que debe considerarse como un compuesto neuroprotector y de rescate de la memoria.
- Trastornos del sueño. El cannabidiol puede ser una opción terapéutica útil para una amplia gama de trastornos relacionados con el descanso.
Pues uno de sus efectos más habituales observados en dosis altas es la sedación.
En un ensayo en pacientes con EP y trastorno conductual del sueño REM (TCSR), un problema común en esta enfermedad, en todos ellos se redujeron de modo sustancial los eventos relacionados con el TCSR. Otro ensayo cruzado en voluntarios sanos mostró que una dosis de 300 mg de este compuesto del cannabis es segura y, a diferencia de los ansiolíticos y antidepresivos (ISRS, benzodiacepina), no interfiere con el ciclo del sueño.
- Dolor crónico. Sus propiedades analgésicas lo convierten asimismo en un medicamento eficaz para los dolores: musculares, cefalea, artritis, dolor como síntoma de la EP, la esclerosis múltiple o el cáncer, etc.
Un complemento o alternativa a fármacos como los opiáceos.
Te contamos con más detalle en este artículo del blog de Snadi sobre el CBD para controlar el dolor y en este otro sobre el CBD para el dolor de cabeza y la migraña.
- Otras acciones: hay evidencia sobre el CBD como antiinflamatorio (1, 2, 3) y fármaco capaz de aumentar los períodos de sueño, entre otras (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7).
¿Cómo comprar (bien) cannabidiol?
El CBD puede ayudar a calmar la ansiedad, dormir mejor, disminuir el estrés y el dolor. Según la ciencia, puede ser una sustancia terapéutica eficaz asimismo en el tratamiento de enfermedades psiquiátricas y neurodegenerativas como el párkinson, la epilepsia o la depresión.
También es útil para deportistas y, aplicado tópicamente en forma de aceite de masaje, por ejemplo, para el cuidado de la piel y los problemas cutáneos.
En el mercado, es posible encontrar distintos productos con contenido en CBD (con o libre de THC). Para comprar CBD, lo importante es saber cuánto de este cannabinoide hay en el producto en cuestión, y para ello hay que fijarse en la concentración.
No es tanto la cantidad total, sino el tanto por ciento («%») de CBD.
Que un frasco o bote contenga mucho líquido, no quiere decir que contenga mucho cannabidiol.
Por ejemplo:
- Un formato con 50 mililitros (ml) que contenga 8000 miligramos (mg) de cannabidiol tendría 8000 mg / 50 ml, lo que equivale a 160 mg de CBD por cada ml de producto.
- En cambio, un botecito de 20 ml con 6000 mg de cannabidiol puro tiene 300 mg (6000 mg / 20 ml = 300 mg/ml). Esto es, aceite de CBD al 30 %.
Leer más en Preguntas frecuentes y aquí.
¿Y qué hay de la cuestión legal…?
El término «cáñamo» se emplea para las plantas que contienen menos de un 0,3 % de THC (el principio activo estupefaciente), mientras que «marihuana» alude a las plantas de cannabis con contenido significativo en THC.
El cáñamo y el aceite de cáñamo no contienen —o contienen ese mínimo de— THC, y son legales en la mayoría de los países; en otros lo son únicamente para uso cosmético.
VER TAMBIÉN: CBD en España ¿Es legal?
En España, el CBD solo se puede vender legalmente como cosmético para uso externo. Aunque su consumo es totalmente seguro y es por esta vía por donde se obtienen la mayoría de los citados beneficios, la legislación española actual no permite su venta para este uso.
La comercialización de cannabis para consumo está prohibida y penada según la Ley 17/1967, de 8 de abril, por la que se actualizan las normas sobre estupefacientes para adaptarlas al convenio de las Naciones Unidas (ONU) del año 1961. En cambio, el consumo de la sustancia en sí no está prohibido, sino que se encuentra en situación de alegalidad. La Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana sí persigue su consumo en la vía pública, tipificándolo como infracción grave.
Tampoco su publicidad está permitida.
El CBD no se puede publicitar, ni siquiera para uso tópico. En las redes está prohibido al no considerarse tal distinción entre sustancias psicoactivas o adictivas y no psicoactivas. Todo lo relacionado con «cannabis», digámoslo así, se incluye en el mismo «saco».
Esto hace que a las empresas les sea bastante difícil llegar al consumidor.
El reconocimiento de las propiedades terapéuticas del cannabis por parte de la ONU y su retirada en 1961 de la lista de Convención de drogas, ha supuesto un progreso en su regulación.
Canadá fue uno de los primeros países del G20 en legalizar la mariguana. Y más de 40 estados de todo el mundo —incluyendo una docena europeos— gozan ya de marcos regulatorios en materia del uso medicinal del cannabis.
Volviendo a nuestro país, distintos partidos políticos y movimientos ciudadanos defienden el uso terapéutico del cáñamo y sustancias derivadas atendiendo a las necesidades de pacientes que lo requieren para tratar dolencias concretas, así como a los avances de las últimas décadas en el conocimiento sobre sus efectos beneficiosos. Desde el pasado otoño de 2021, grupos parlamentarios han presentado iniciativas para cambiar la situación actual sobre la regulación del cannabis: 3 proposiciones de ley.
En cualquier caso, puesto que la legislación sobre el cannabis avanza rápido y como hemos visto varía en función del país —incluso de cada comunidad—, es necesario informarse al respecto en el lugar concreto donde se resida.
«El CBD es una sustancia útil y prometedora que puede ayudar a los pacientes con una serie de condiciones clínicas», dicen los investigadores de esta revisión de estudios reciente sobre el potencial terapéutico del cannabidiol. Así, ha demostrado beneficios en casos de ansiedad, insomnio o dolor crónico.
A la hora de comprar cannabidiol como ayuda para tratar estos u otros problemas de salud, es importante informarse bien y atender al contenido del producto: es la concentración de CBD y no el total de líquido lo que importa.
Por Elisabeth Lahoz