Aunque el dolor de la menstruación o dismenorrea no se clasifica como dolor crónico de acuerdo con las definiciones estándar, se manifiesta periódicamente y, como proceso natural, no es «curable». Afecta al menos al 80 % de las mujeres en edad reproductiva*; hasta el 90 %, según los datos más recientes**.
El motivo de una dismenorrea leve suele ser fisiológico. Si bien, cuando esta es más grave, puede ser señal de una enfermedad.
En cualquier caso, el dolor es el síntoma principal en las mujeres que conviven con este trastorno, perjudicando a su calidad de vida.
En este post averiguarás qué es, por qué se produce el dolor de la regla y de qué otros síntomas se acompaña. Por último, comprobaremos cómo puede el cannabidiol ayudarte si padeces dolores menstruales.
*Grandi, G., Ferrari, S., Xholli, A., Cannoletta, M., Palma, F., Romani, C.,… & Cagnacci, A. (2012). Prevalence of menstrual pain in young women: what is dysmenorrhea? Journal of pain research, 169-174.
**Seifalian, A., Kenyon, J., & Khullar, V. (2022). Dysmenorrhoea: Can Medicinal Cannabis Bring New Hope for a Collective Group of Women Suffering in Pain, Globally? [¿Puede el cannabis medicinal traer nuevas esperanzas para un grupo colectivo de mujeres que sufren dolor a nivel mundial?] International Journal of Molecular Sciences, 23(24), 16201.
Se denomina dismenorrea, dolor menstrual, dolor del período o más comúnmente «dolor de regla» a las menstruaciones dolorosas o períodos menstruales dolorosos.
La dismenorrea es el trastorno menstrual más frecuente, resultado de los ciclos menstruales naturales. Causa dolor pélvico o abdominal antes y/o durante la menstruación.
Generalmente aparece entre los 6 a 12 meses posteriores a la menarquia (primera regla). Y se debe a los efectos de las prostaglandinas, sustancias que se liberan durante la regla para favorecer el desprendimiento del endometrio.
El aumento de la liberación de prostaglandina provoca hipercontracciones del útero (calambres o cólicos menstruales) que eventualmente estimulan los receptores del dolor.
Dicho dolor palpitante en la parte baja del abdomen puede ir acompañado de otros signos, tanto físicos como anímicos. Estos síntomas de la dismenorrea varían desde molestias leves hasta calambres severos que pueden interferir con la vida diaria; son:
La dismenorrea no debe confundirse con el síndrome premenstrual, que suele manifestarse una o dos semanas previas al comienzo del período. Este síndrome suele cursar con varios síntomas diferentes, entre otros, irritabilidad y fatiga pero también hinchazón o aumento de peso.
Hay dos tipos de dismenorrea, cada una con una causa distinta. Así, tenemos:
La dismenorrea primaria (DMP) es frecuente en mujeres jóvenes de hasta 25 años. Se caracteriza por un dolor agudo o espasmódico que comienza uno o dos días antes del inicio de la menstruación y desaparece de forma gradual al final del primer día.
Las mujeres con DMP tienen niveles más altos de prostaglandina en el líquido endometrial, lo que se relaciona con el grado de dolor. Suele ser hereditaria y tiende a permanecer durante toda la vida de la mujer. Aunque normalmente disminuye con la edad y tras haber tenido hijos.
En mujeres de más de 30 años. Caracterizada por un dolor continuo y pesado que aparece alrededor de una semana antes de la menstruación, pudiendo persistir durante todo el ciclo.
La dismenorrea secundaria puede ser un síntoma de una enfermedad subyacente. Como la endometriosis (presencia de tejido endometrial fuera del útero), los fibromas uterinos (tumores no cancerosos en el útero) o la adenomiosis (engrosamiento de las paredes del útero por el crecimiento de tejido endrometrial).
Las siguientes medidas han mostrado buenos resultados para reducir el dolor del período en la mujer:
En cuanto a las medidas farmacológicas, el tratamiento estándar para el dolor asociado con la dismenorrea consiste en analgésicos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), incluidos el ibuprofeno y el naproxeno.
Estos medicamentos bloquean las enzimas que activan las prostaglandinas.
El tratamiento hormonal (anticonceptivos hormonales, píldoras anticonceptivas) también puede ser efectivo en ocasiones, al inhibir la producción de hormonas.
Aunque los AINE son una opción factible y no presentan riesgo de adicción, sí que se asocian con efectos secundarios. Como la coagulación de la sangre, problemas renales, náuseas y vómitos debido al uso a largo plazo (referencia).
Alrededor del 20-25 % de las pacientes experimentan molestias asociadas a estos fármacos. Lo que les lleva a buscar terapias alternativas (ref.).
En los últimos años, el empleo de cannabis para aliviar los dolores menstruales ha aumentado. Encuestas en varios países han encontrado que una gran proporción de mujeres autoinforman de su uso para tratar la dismenorrea, o bien expresan su disposición a usarlo (encuesta 1, 2, 3).
Los beneficios más informados del cannabis son su efecto analgésico y la reducción de las náuseas y los vómitos. De hecho, la literatura científica existente ha demostrado su potencial y el del sistema endocannabinoide [enlazar al post sobre el SEC] para reducir el dolor general, las náuseas y el vómito***.
En el mercado, muchos productos con cannabis para la dismenorrea disponibles anuncian sus ingredientes solo con CBD, sin THC, pues este último es el ingrediente psicoactivo de la planta. Por ejemplo, los aceites son los más empleados, pero también existen tampones que contienen aceite de CBD.
El cannabidiol, o CBD, es una terapia bien tolerada para varias enfermedades crónicas y afecciones, incluido el dolor.
Este componente del cannabis actúa bloqueando las enzimas que activan las prostaglandinas, de manera similar a como lo hacen los fármacos AINE.
Aunque la investigación sobre su uso para el alivio del dolor específico de la menstruación es limitada, numerosos ensayos clínicos han mostrado su seguridad y eficacia para aliviar el dolor central y periférico de otros trastornos.
Un ensayo reciente tenía por objetivo evaluar el efecto del CBD (solo) para reducir el dolor menstrual agudo en comparación con el ibuprofeno, mediante la escala de alivio total del dolor (TOTPAR, por sus siglas en inglés). Para ello, 108 pacientes con DMP de entre 18 y 40 años recibieron aleatoriamente 200 mg/día de CBD o 800 mg/día de ibuprofeno.
Se evaluaron tanto la escala TOTPAR tras tomar los medicamentos durante cuatro ciclos menstruales como los eventos adversos, la necesidad de otros fármacos o la calidad de vida.
Los resultados del ensayo evidenciaron que el CBD oral es una alternativa para el tratamiento del dolor menstrual en mujeres con dismenorrea primaria. «El CBD se presenta como una promesa importante para las mujeres con DMP que no responden o que tienen contraindicaciones a los AINE», concluye.
La dismenorrea es el nombre médico para el dolor menstrual. Los AINE, el tratamiento más común, que suprimen la producción de prostaglandina reduciendo el nivel de dismenorrea desde la raíz, pueden causar efectos secundarios preocupantes. El cannabidiol, en cambio, se tolera bien en los ensayos clínicos, con pocos eventos adversos.
Si bien —señalan los investigadores— es crucial realizar más estudios sobre su efecto analgésico para los dolores específicos de la menstruación, el CBD oral ha demostrado ayudar en caso de dolor leve a moderado como el asociado con este trastorno menstrual.
***Parker, L. A. (2018). Cannabinoids and the Brain. MIT Press.
Por Elisabeth Lahoz
